8 dic 2012

No me digan NO SE PUEDE!



Estoy harto que me digan que en este país NO SE PUEDE salir adelante y NO SE PUEDE hacer las cosas bien. Yo estoy SEGURO de que SI SE PUEDE. Y no se trata de una suerte de acto de fe patriótica nacionalista, se trata de tener un conocimiento mínimo del país y de su gente, del mundo y de lo que se hizo para solucionar problemas similares en contextos similares. Se trata de escoger ejemplos de vida en diversas esferas de las relaciones sociales y ponerlos como referencia.

Y me gustaría ser bastante concreto en mis principales NO ME DIGAN QUE NO SE PUEDE:
TENER UNA BUENA EDUCACIÓN DE CALIDAD Y DEMOCRÁTICA: uno de mis principales paradigmas educativos es Finlandia. Finlandia, con los más altos estándares de accesibilidad y calidad educativa en todos los niveles, garantiza no solamente una alta competitividad de sus egresados en el mundo laboral (lógico) sino una inserción social y progreso cultural estupendos. Y los pilares están ya expresados: calidad y accesibilidad (democratización en el acceso y permanencia en el sistema). En nuestro país es un atropello a la razón el decir que no podemos INVERTIR como Estado en una educación de calidad y al alcance de todos, cuando podemos decir que tenemos los recursos (o tenemos como generarlos al menos). La educación es un DERECHO HUMANO, y es una herramienta para generar desarrollo. Si re-direccionamos millones de dólares que hoy son utilizados en gastos fijos en estructuras estatales, si bajamos los índices de corrupción en TODOS los niveles y generamos ingreso REAL a las arcas del Estado, si a través de un pacto social con diversos sectores subimos selectivamente los impuestos (el IRP es un gran avance) o generamos proyectos como #AhoraPy de blindaje de recursos, si hacemos alianzas sinérgicas  Estado – Sector Privado como por ejemplo “Juntos por la Educación”, para proyectos puntuales del sector educativo, PODEMOS llegar a ALTÍSIMAS inversiones en educación. Y hoy tenemos alumnos brillantes (desde pequeños investigadores hasta ingenieros en el M.I.T) que salen de escuelas humildes sin elementos, o de un sistema educativo deficiente en lo global, tenemos docentes que sin recursos pero con vocación y amor generan aprendizaje con sus alumnos, qué sería si realmente damos excelente educación a todos?
DESARROLLO ECONÓMICO PARAGUAYO SUSTENTABLE EN UN CORTO PERIODO DE TIEMPO: tenemos energía, tenemos mano de obra barata, tenemos recursos naturales. Este país es un paraíso para el trabajo! Podemos dar un salto y generar con cierta estabilidad jurídica y política un clima  favorable para inversiones del sector privado, no solamente de grandes empresas sino de pequeñas iniciativas productivas. Y un componente fundamental la apuesta por la educación es fundamental. Miremos Singapur, que hace un par de décadas compartía los más altos índices de pobreza y hoy los chicos estudian con IPADS en los colegios, y tiene uno de los ingresos per cápita más altos del mundo. Investiguemos como salieron adelante, y la respuesta es clara.
UN SISTEMA DE TRANSPORTE PÚBLICO EFICIENTE, CÓMODO, AL ALCANCE DE TODOS: uno de los momentos que más me abrió la mente fue en mi vista a Taiwán, en una conversación informal con un funcionario de la Oficina Cultural del Gobierno taiwanés. En un momento de la conversación, el funcionario me preguntó: “¿Cómo son los trenes en Paraguay?” Y yo, en un tono simpaticón medio resignado dije: “nosotros no tenemos trenes en Paraguay”. Como era de esperar, el funcionario empezó a reírse incrédulamente. Para pasar del momento jocoso al momento de aprendizaje, le dije: “es cierto. No tenemos.  Y ustedes, cómo hicieron para tener un sistema de transporte público tan perfectamente estructurado? El sistema de transporte público taiwanes involucra una red compleja de trenes convencionales (en superficie), subtes (llamados MRT – Mass Rapid Transit), trenes de alta velocidad y ómnibus de primera clase. Todo está perfectamente estructurado para que uno no necesite usar casi automóviles particulares para ir a cualquier punto del país. Ni qué decir para los principales puntos culturales o atractivos turísticos. A mi pregunta, el funcionario respondió: “En el caso del MRT, vino una empresa extranjera se ofreció correr con todos los gastos de construcción de estos trenes subterráneos. Todo. Una concesión de los tramos por un periodo de 40 años y luego dejan toda la estructura en manos del Gobierno, con costo cero para el Estado”
La respuesta no me podía caer más pesada. Era tan simple, tan evidente. La última frase se quedó sonando hasta ahora: CON COSTO CERO PARA EL ESTADO. Uno de los principales problemas de nuestro sistema de transporte público es que es PESIMO, de MALA CALIDAD, excesivamente ONEROSO (proporcionalmente a la calidad recibida), ESCASO, INSEGURO, y COSTOSO para el Estado. El Estado subvenciona a las líneas de transporte hace varios años, con costos millonarios. La pregunta que me hago es: Por qué el Estado debe financiar un servicio pésimo? Las soluciones son dos, o el Estado invierte y garantiza un buen servicio y tiene control de este servicio público, o trabaja de manera transparente con iniciativa privada con empresas que inviertan grandes sumas, con muchos años de concesión, con garantías jurídicas. Hoy la corrupción de un amplio (no todo) sector empresarial y estatal/político/judicial es la culpable culpables de que tengamos este pésimo sistema de transporte, pero DEPENDE DE NOSOTROS nuevamente el mejorarlo. Es fácil, sencillo, evidente.
UN DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE Y SOLIDARIO: cuando me dicen que “el campesino no quiere trabajar” o cuando se desmerita a nuestros compatriotas de tierra adentro, siempre recuerdo de este que es uno de los ejemplos que más alegría me da contar: Colonia 4 vientos en San Pedro. Tierra adentro, hace 10 años era miseria, violencia y desesperanza, hoy es desarrollo económico, progreso, planificación y sobre todo AUTOESTIMA y armonía social. Cómo? Trabajo cooperativo, de paraguayos con paraguayos, en una base de respeto mutuo, disciplina y un norte común. Visitar 4 vientos es una escuela de vida.
UNA NUEVA CLASE POLÍTICA QUE DIRIJA EL PAÍS CON HONESTIDAD, COHERENCIA Y FIRMEZA: esto si es un paradigma que tenemos que cambiar. Nuestra dirigencia política (repito, no todos, la mayoría que hoy gobierna) nos ha roto la cabeza metiéndonos que hacer política es sucio, que tenés que ser corrupto, que hay que tener “cintura” para negociar (buscando intereses personales siempre), y que todo el ambiente es turbio. Eso, sumado al hecho de que es solo una clase “privilegiada” la que puede “hacer política” (léase ocupar los cargos). MENTIRA. La mayor de las mentiras. Una política totalmente diferente es posible, donde se antepongan los valores a los antivalores, la práctica coherente con el discurso. A la mentira la verdad, al egoísmo la solidaridad, a la pelea el diálogo, desde los cursos y proyectos de Juventud Que se Mueve al Centro Comunitario en Puerto Botánico mantenido y gestionados por jóvenes de 18 y 19 años, desde los centros de estudiantes de los colegios a los seminarios y redes organizadas por la Cámara Junior Internacional, todo un nuevo modelo político se gesta, se reproduce y se afianza en nuestro país. Con una pequeña diferencia, estos nuevos modelos NO TIENEN EL PODER POLÍTICO. No conducen la política de nuestra querida República,  y eso DEBE CAMBIAR. La premisa es, nuevamente, sencilla: son los buenos que deben tomar el poder, porque los malos nunca van a terminar de irse.
La primera tarea: TENEMOS QUE SACARNOS EL CHIP DEL NO SE PUEDE. Tenemos que SABER que se puede tener un país mejor. Pero muchísimo mejor, podemos vivir en un verdadero paraíso.
De quien depende? De nosotros. Depende de a qué políticos elegimos en cada elección, de qué carreras estudiamos, de cómo nos organizamos para exigir a nuestras autoridades, de cómo ayudamos a nuestro país en obras solidarias para generar (o re-generar) vínculos de confianza social, que nos permitan construir un tejido moral fuerte y un autoestima suficiente que sean de bases para un nuevo modelo de desarrollo. Lo pudieron hacer otros países, lo hacen hoy muchos paraguayos a menores escalas en sus pequeñas comunidades y realidades. ¿Por qué no lo hacemos todos, todo el tiempo, a una escala global, y JUNTOS


Cuando entendamos…

Un debate en el ISEHF sobre proyectos políticos jóvenes, una pregunta que me hizo un docente como un dardo de reflexión, conteniendo el veneno más letal para las sociedades aletargadas, el veneno de la duda. ¿Qué pasa que tenemos una sociedad tan inmóvil? Valgan al profe Zaracho estas letras, para seguir dudando…


Cuando entendamos que la realidad interpela, nos afronta, nos compromete.
Cuando entendamos que la indiferencia política es hipotecar nuestro futuro y el de nuestro hijos.
Cuando el alumno exija al profesor, el profesor al director, el director al ministro y todos juntos a nuestros políticos que administran el Estado.
Cuando todos los que exigimos también demos de nuestra parte y cumplamos nuestro rol.
Cuando entendamos que las Universidades no están para amoldarse, sino para formar criterio y ser transgresoras.
Cuando entendamos que la solidaridad no es caridad, sino una entrega real con amor al prójimo, una alianza estratégica desde el corazón.
Cuando entendamos que no podemos construir vínculos sociales sin solidaridad, que no podemos tejer redes sostenibles en la desconfianza el uno del otro.
Cuando los empresarios entiendan que no podemos generar crecimiento económico sin desarrollo económico, que no podemos crecer solos si no crecemos todos juntos.
Cuando entendamos que ni los problemas ni las soluciones son monopolio de izquierda o de derecha, de rojo ni de azul.
Cuando entendamos el valor de sentarnos todos en una mesa, trabajar sobre lo que nos une y respetar las diferencias.
Cuando los medios de comunicación entiendan el valor de una noticia positiva, y acompañen comprometidos las buenas intenciones.
Cuando los intelectuales entiendan que también pueden (y deben) militar por sus convicciones, y tengan el valor de enfrentar desde la militancia.
Cuando los militantes entendamos que son las ideas las que tienen que movernos, y las ideas deben ser constantemente re-pensadas, re-planteadas y enriquecidas.
Cuando los jóvenes entendamos que somos el 70 % de la población paraguaya, y que debemos despertarnos (nosotros y entre nosotros) para ser ese motorcito de cambios que necesita nuestra sociedad.
Cuando entendamos que el miedo no es más que una barrera mental, de uno para uno.
Cuando entendamos que la frase “el mundo se expande o se encoge, en directa proporción al coraje de cada uno…” nos debe motivar a aspirar cada vez más como personas, como colectivo, a ser más y mejores.
Cuando entendamos que estamos llamados, y que debemos acudir.
Cuando entendamos que todo aporte es mucho, y que todos somos importantes en esta tarea de reconstrucción.
Cuando entendamos que una vez que empecemos a hacer girar la rueda, nos sintamos motivados, felices y veamos un norte común, este país renacerá con una fuerza incontenible.
Cuando entendamos que el mejor amigo de un paraguayo es otro paraguayo.
Cuando entendamos esto, cuando al fin nos demos cuenta de esto, espero que no sea demasiado tarde.